Es como si el tiempo se hubiese detenido en
el XIX. Calles empedradas, estrechas. Casas con la fachada
descascarillada. Una señora mayor nos mira desde su vieja ventana. Un tranvía que pasa. Algo evoca a otro tiempo. Una ciudad decadente. Te atrapa. Lisboa. Cansado, vuelvo al hotel, pongo la radio; suena nuestra canción.
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